Existe una idea equivocada sobre lo que es una “peluca oncológica” derivada de la necesidad comercial con la que las casas del ramo publicitan como “gancho” publicitario para que los que deben atravesar este proceso, compren en dichos lugares.
Por el contrario debería hablarse de una peluca que acompañe el proceso de quimioterapia y que esté construida con elementos que aseguren la oxigenación permanente del top (o parte superior de la cabeza) y su contorno.
Asimismo, la transparencia y malla guante hace que en todo momento se vea el cuero cabelludo de la persona logrando la “naturalidad” tan importante para quien atraviesa la caída de su cabello.
El tul frontal también es importante ya que hará que no se visualice para nada el nacimiento de la peluca pudiéndose peinar hacia atrás o ante el inconveniente del viento sobre la cara, razón usual de disgusto.

Los materiales con que se elabore el casco interno deben ser totalmente suaves para que no produzca comezón o alergias con el roce en el cuero cabelludo. De allí que lo recomendado sean los cascos transparentes con tul frontal y malla guante totalmente implantados a mano.
 
 
 

Partamos de la base que la belleza, es un bien necesario para nuestra autoestima. Las mujeres tienen muy en claro que aún para ir a trabajar, es necesario “producirse” con toda la batería de productos que hagan que “una se sienta bien consigo misma”. La pérdida del cabello que ha sido a través de la historia un símbolo de belleza, hace que sea vital recuperar ese aspecto aún durante el proceso y posterior recuperación.

 
 
 

Nuestra experiencia con el sector masculino, es que no ponen como condición su aspecto y aceptan la calvicie, sin embargo tenemos mucha clientela que lo utiliza, sobre todo el sector profesional.

 
 
 

Aunque lo expliqué en el primer punto, quiero agregar que son pelucas que pesan 40 a 45 grs. dependiendo del largo de las mismas.

 
 
 

Es muy interesante poner en claro ese concepto de caída. La misma puede ser funcional, hormonal, genética, por stress, o medicamentosa.
La quimioterapia actúa directamente sobre el crecimiento celular.

El cabello es una estructura celular formada por queratina, cuyas células crecen rápidamente. Ante el efecto de la quimioterapia, el cabello se paraliza, deja de proliferar y se cae TEMPORALMENTE. Mientras dura el tratamiento en la mayoría de los casos el cabello deja de crecer.

El folículo piloso, encargado de producir cabello, queda inactivo temporalmente, por eso, el cabello se cae. Posteriormente al terminar la quimioterapia el cabello vuelve a crecer de nuevo e inclusive antes.
Habitualmente y según nuestra experiencia, tarda en comenzar a caer entre 17 y 20 días después del primer ciclo de tratamiento. Hasta ese momento es normal no notar ningún cambio significativo en el cabello a pesar de haber recibido ya el primer tratamiento. Una vez transcurridos esos 17 días aproximadamente, se empieza a notar una caída de cabello importante, aunque no lo suficientemente masiva como para perder todo el cabello en horas, como se puede llegar a pensar. Durante 2 o 3 días notará un aumento de esa pérdida de cabello acompañado de un aspecto diferente en cuanto al volumen y naturalidad. No es aconsejable lavarlo una vez que ha empezado el proceso de caída.

Por otro lado, es importante tener en cuenta varios consejos que acostumbramos dar a nuestra clientela.
Uno, y muy importante, antes de comenzar la quimio, es ya tener la peluca con la cual atravesará el período de su recuperación. Además, no cortar su pelo hasta visitarnos para que le aconsejemos qué hacer. Muchos de nuestros clientes conservan dicho cabello para que le volvamos a colocar cuando tiene un crecimiento de pocos centímetros. Nuestra especialidad ciertamente es la “Reconstrucción” de cabelleras.

Acompañar el mantenimiento de la peluca con excelentes productos que varían de acuerdo a que la misma sea de kanekalón sintético o de pelo natural.

 
 
 

En los últimos 10 años, la tecnología ha desarrollado productos, sean de fibra sintética (kanekalón) o de pelo natural, que son excelentes. Los famosos cascos tradicionales con que se fabricaban las antiguas pelucas han dado paso a maravillosas transparencias que logran la naturalidad total.

 
 
 

Es una terapia nueva que no está 100% asegurada y muy costosa por precio por sesión y cantidad de las mismas. Puede ser que la caída de pelo no ocurra, aunque la calidad del mismo sea muy inferior al normal sin medicación. Para ello, Ishö confecciona cascos fríos mucho más económicos para hacer la terapia en casa y así no incurrir en gastos innecesarios. Consúltenos.

 
 
 

Hay gran carga psicológica y emocional en la persona que debe atravesar este proceso, y aún con los avances médicos en la materia que son increíbles, uno se ve por fuera atacado sin causa.

Debe venir a visitarnos. Reconocemos que no cualquiera puede atender este tipo de situación. Deben confiar en quien la asesora, ya que para ello, en nuestro caso, hemos leído bibliografía y hecho charlas con médicos oncólogos, dermatólogos y psicólogos que han sido la base fundamental para el correcto asesoramiento y elección de productos en el ámbito internacional ya que por ahora, Argentina no dispone de la tecnología para su fabricación.

 
 
 

Si consideraramos que el cabello en condiciones normales, crece entre 0,80 y 1,20 centímetros/promedio por mes, en el caso del proceso de quimioterapia se presenta un “pre” y un “post” tratamiento.
El “pre” es el lapso hasta que cae y el folículo piloso deja de producirlo. Ese lapso generalmente es de 1 mes a mes y medio. Es en este lapso es que acosejamos cortar el pelo antes de los primeros 5 días de la primera aplicación, pues el pelo que aún se mantiene tendrá una textura totalmente opaca y no se verá bien.
Luego será el proceso de quimioterapia, que dependerá de la cantidad de aplicaciones y el posterior mantenimiento, y que podrá variar entre 4 y 6 meses.

Por último comenzará el período “post”, en que el folículo se depertará primero tímidamente produciendo un pelo muy fino, como de bebé, y luego sí, una vez que el cuerpo haya eliminado el químico a través de la orina y la transpiración natural del cuerpo, comenzará a crecer fuerte con el promedio de crecimiento anunciado en el primer párrafo. Es decir, para un largo de 20 centímetros se necesitará en promedio de 18 a 22 meses. Es por este mismo motivo, que el producto no debe deteriorarse rápidamente y conservar los atributos en el primer punto enunciados.

 
 
 

Los materiales de las pelucas de alta gama, construidos en los cascos de referencia, son básicamente pelo natural o kanekalón. Hoy se ofrecen en el mercado mezclas, toyokalón, que se producen para abaratar costos pero con una duración muy reducida.

La fibra sintética o kanekalón, dependiendo de su origen ha avanzado muchísimo tanto en duración como apariencia, que es muy similar al pelo humano. Es estática, es decir, siempre la peluca tendrá el mismo peinado, no debe recibir calor de ningún tipo y tiene la gran ventaja del chic chac, como nosotros le decimos, es decir, me la pongo y salgo…nada de producirse. Puede sufrir un poco en la zona de contacto con transpiración (nuca) y se apelmace, por ello será fundamental un buen mantenimiento, uso de productos adecuados y service. Se adapta perfectamente al tiempo de necesidad que comentamos en la pregunta anterior.

El pelo natural es sin duda el Rey de las pelucas. Su durabilidad, posibilidad de cambiar el color, peinado con calor, mechas, reflejos, etc. son posibles. Asimismo es muy superior en costos. Su durabilidad, siempre hablando de cascos referenciados anteriormente y con un mantenimiento acorde, es superior a los 5 o 6 años.

 
 
 

Una persona que atraviesa este momento, con defensas bajas, con cambios en el cuerpo, debe sentirse acompañada en todo momento. Hoy existen grupos de ayuda, psicólogos, médicos que acompañan al paciente, pero sobre todo es importante la familia. Nuestro criterio es que se convierte en excelente cuando un esposo o hijas/hijos, acompañan a la persona que busca su producto. Necesita que la contengan, que le digan que “está bien” o inclusive que “no le queda bien”. La elección en familia suele ser muy importante.

 
 
 

Las pelucas suelen ubicarse en el rango de $3500 a $24.500 dependiendo el interior y los largos en kanekalón sintético, y desde $18.500 a $74.000 en pelo natural (precios a Enero 2020).

Están íntimamente ligadas al dólar y su cotización por lo que es difícil dar un valor exacto de mercado. A su vez tiene mucho que ver el origen de las mismas.

 

Ishö Pelucas Hair Design (importador directo)
16 años avalan su labor especializada y la fabricación de pelucas de diseño con transparencia, haciendo de Ishö una opción inteligente al momento de pensar en una solución a su problema. Ishö te cuida…Confiá en Ishö